FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA/VA

FAMA, HEGEMONÍA Y NOBLEZA

El linaje de los Fernández de Córdoba, uno de los más antiguos y distinguidos de la nobleza española, ha mantenido a lo largo de los siglos un firme compromiso con la preservación de su historia y la unión entre sus distintas ramas familiares.

Desde la Edad Media existen referencias a reuniones celebradas con motivo de acontecimientos familiares, alianzas matrimoniales, audiencias con los monarcas o decisiones de carácter estratégico, que consolidaban los vínculos entre las diversas ramas y miembros del linaje.

Es en el 1860, cuando tenemos una de nuestras primeras fotos familiares, del linaje Fernández de Córdoba y Alváre de las Asturias, de la rama de los Condes de Godomar. (Seguir leyendo).

En la Edad Moderna, destaca especialmente el año 1909, fecha en la que se convocó una importante reunión de los Fernández de Córdoba con el objetivo de recaudar fondos para erigir una estatua en honor al Gran Capitán, monumento que hoy se conserva en la ciudad de Córdoba. Este acontecimiento marcó un precedente en la organización de encuentros familiares con fines culturales y conmemorativos.

Durante el mandato como secretario de don Enrique Fernández de Córdoba y Calleja, dichas reuniones alcanzaron un nuevo impulso, organizándose seis encuentros familiares de carácter internacional, además de visitas institucionales a museos o eventos de interés y la participación de la representación familiar en los distintos actos conmemorativos celebrados en toda España, y en especial en el 2015 con la motivo del V Centenario del fallecimiento del Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba.

En 2019, fallece Enrique y asumió la secretaría don Enrique Fernández de Córdoba y Moncada, quien ha continuado la labor de su padre orientando sus esfuerzos hacia la modernización y capitalización de la comunicación familiar. Fruto de esta iniciativa y de la colaboración de las personas que componen nuestra familia, se han creado la Red Social de los Fernández de Córdoba y amigos, un grupo de comunicación en WhatsApp, un canal de difusión del linaje, y finalmente esta página web oficial.

La página web del linaje Fernández de Córdoba nace, por tanto, como una herramienta institucional destinada a preservar y difundir el patrimonio histórico y genealógico de la familia, fomentar la comunicación y colaboración entre sus miembros, así como con estamentos estatales, y servir como plataforma de consulta e investigación para historiadores, genealogistas y estudiosos interesados en la trayectoria de esta ilustre casa.

Con ello, el linaje reafirma su vocación de unidad, continuidad y servicio a la memoria histórica, adaptando su legado a los nuevos medios tecnológicos del siglo XXI.

IMAGEN I.A.

La batalla de Tentudía y los caballeros de Córdoba.

“Los personajes de nuestro linaje, no siempre estuvieron al mando del ejército, pero sí participaron en primera línea y a su costa en las batallas de la Reconquista.”

Las crónicas señalan al maestre santiaguista Pelay Pérez Correa como protagonista de esta batalla, pero hay indicios de que caballeros cordobeses —entre ellos los Muñoz y Téllez de Meneses (Temez), abuelos maternos y paternos respectivamente del futuro linaje Fernández de Córdoba— combatieron como mesnadas auxiliares en aquella victoria.

En tiempos de Fernando III el Santo, el fragor de la guerra ardía en las sierras de Extremadura. Hacia el año 1246, sin saberse el día exacto, el maestre convocó a los más esforzados. Desde Córdoba bajaron con pendones de oro y gules los hijos de Fernán Núñez de Aguilar, caballeros recios que ya habían probado su acero en el Guadalquivir.

Cuando el sol declinaba y la derrota parecía inminente, el maestre aguardaba con ansia la llegada de las mesnadas cordobesas. La luz del día se extinguía y con ella se apagaba la esperanza. Entonces, alzando su espada al cielo y exclamó:

 “¡Santa María, detén tu día, que aún falta gloria por alcanzar!”

(Crónica de la Orden de Santiago, s. XIII)

El milagro ocurrió: el sol quedó inmóvil en lo alto, y en ese instante irrumpieron los caballeros de Córdoba. Con su empuje, la batalla cambió de signo: lanzas quebradas, aceros tronando, y los moros desbandados por las cañadas. Alcanzando una nueva victoria.

El historiador José María Domínguez Moreno lo resume así:

“Tentudía no es sólo memoria de un milagro, sino símbolo de la colaboración de linajes andaluces y extremeños con la Orden de Santiago en la frontera.”

(La Orden de Santiago en Extremadura, 1985).

Los cronistas dirán que la Virgen sostuvo el combate, pero también fueron los brazos de aquellos antepasados quienes aseguraron la victoria, poniendo el cimiento del linaje que, siglos después, llevaría el nombre de Fernández de Córdoba a la gloria.

En memoria de aquel día se levantó el Monasterio de Santa María de Tentudía, guardián de la sierra y de la fe. Allí quedó escrito que no sólo la Orden combatió, sino también los hijos de Córdoba, linaje de frontera y de honra.

Así nació el nombre de Tentudía: porque el día se detuvo para que el linaje y la cruz alcanzaran la victoria.

Adaptación: Francisco Fernández de Córdoba y Rivero

📧 fferyri@gmail.com

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